Uso de antibióticos en la industria salmonera en Chile. Efectos de este exceso.

Uso de antibióticos en la industria salmonera en Chile. Efectos de este exceso.

Gonzalo Allende Peró

A pesar de ser un tema que está en pleno desarrollo e investigación, en el sur de Chile los pescadores de la zona de Chiloé culpan a las salmoneras por la contaminación de las aguas debido a una supuesta eliminación de peces en muertos en las aguas de la zona. Pero las críticas a las salmoneras no quedan solamente reducidas a este hecho en particular, existe una constante crítica a la contaminación que generan estas empresas al ecosistema en que trabajan y a como lo hacen.

Chile es desde 1992 el segundo productor de salmones más importante del mundo, siendo solamente superado por Noruega. Económicamente es una industria muy relevante para el país ya que representa alrededor del 5,6% del total de las exportaciones del país. A pesar de su relevancia esta industria tiene un enemigo muy poderoso que puede destrozar su relevancia económica, las enfermedades que atacan a los salmones. Un claro ejemplo de esto, fue el del virus ISA que afecto a la industria de la acuicultura nacional durante los años 2009 y 2010 principalmente, afectando notablemente la producción.

Las salmoneras en Chile, se concentran principalmente en la zona sur del país, especialmente en Chiloé debido a la calidad de sus aguas y condiciones ambientales. En el país se desarrolla principalmente la acuicultura en jaula, que son básicamente jaulas flotantes en el mar donde se tienen y crían a los salmones. Estos son alimentados con pellets que son arrojados dentro de las jaulas. Las heces de los animales en conjunto con los pellets que no son comidos por los salmones forman una capa de contaminación en el fondo marino llamada eutrofización.

Pero el problema en que nos centraremos en este trabajo será en el de la crítica que se le hace a la industria por el excesivo uso de antibióticos y como el uso de este afecta al ecosistema y a la industria salmonera en sí.

Como se introdujo anteriormente, en Chile se practica principalmente la salmonicultura en jaula, donde los peces son muy susceptibles a enfermedades debido al hacinamiento, la manipulación y los problemas alimenticios creados por el manejo industrial de estos, es por esta razón por lo que para solucionar esto y prevenirlo se utilizan antibióticos y otro tipo de medicinas en los peces. Para administrar estas a los animales se utilizan principalmente dos métodos. La menos común para el caso chileno son las vacunas, debido a que en su mayoría no han sido desarrolladas para los patógenos que afectan la industria local; el otro tipo es la introducción de antibióticos en los pellets de comida, que es lo que se utiliza principalmente en Chile por lo que nos centraremos en este método.

Uno de los principales problemas de este método de administración de antibióticos, más allá del uso del antibiótico en sí, es que una parte considerable de los pellets no son consumidos por los peces de las jaulas y quedan a libre disipación de los peces silvestres como alimento, provocando que está también ingieran el antibióticos y dejando abierta la posibilidad de que llegue a seres humanos que los pesquen de manera artesanal.

Pero, más allá del uso o no uso de antibióticos en la salmonicultura, un tema relevante es la cantidad. Según estudios la industria chilena utiliza un 75% más de antibióticos por tonelada de salmón producida que Noruega, el líder en el mercado. Esto nos lleva a cuestionarnos los excesivas cantidades de antibióticos administrados por la industria chilena y si esto es correcto o no.

El principal problema de este exceso, es que los organismos generan anticuerpos contra los antibióticos administrados por lo que el uso de estos deja de ser tan eficiente como en un principio, llevando a la necesidad de usar aún mayores cantidades que las iniciales. Otro problema para la industria es que con la actual tendencia de consumo de productos más naturales y con la menor cantidad de aditivos y antibióticos posible, el salmón chileno es menospreciado respecto de el producido en otros países de Europa y Norteamérica, donde el uso de antibióticos es mucho menos común.

Adicionalmente, el uso excesivo de antibióticos tiene repercusiones en las personas que consumen estos productos, ya que finalmente también pasan a ser consumidores pasivos de este tipo de medicamentos, que para el caso de los seres humanos esta regulado desde 1998, pero no así para la industria salmonera lo que claramente es una contradicción en la ley chilena.

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